domingo, 7 de junio de 2009

Empathy love

¿Sabéis lo que es la empatía?

Si,si. Ese poder tan genial que sale en muchos mangas,donde el poseedor del don puede percibir las emociones y sentimientos de los demás como propios.
Pues de eso mismo estoy hablando.
Desde pequeño he sido capaz de sentir como se sienten las personas de mi alrededor o ese tipo de sentimientos muy fuertes que muchos deseamos esconder. Pero para la empatía no hay secretos.

A decir verdad me ha ido muy bien,sobre todo a la hora de evitar a la gente que desprendía sentimientos de odio hacia mi,rencor y cosas igual de perjudiciales. Incluso con mis novias,no lo voy a negar.

Es un don muy útil...
O eso pensaba.

-¡Mikoto-chan, Mikoto-chan!

Asahi Mikoto, 16 años. Segundo año de preparatoria. En mi vida había sido tan desgraciado como en estos momentos del día que se han venido repitiendo desde que este tipo tan molesto se transfirió a nuestra escuela.

-¡Mikoto, comamos juntos!-me grita,aún a pesar de que se ha tomado la libertad de saltar sobre mi mesa y plantar su trasero sobre mis libros de texto.

Fuuma Raikou. Llegado hace cuatro días;con tan mala suerte de haberle tocado en la misma clase que yo.
Es un chico increíblemente alto,con un extraño carisma que atrae la atención de las personas.
Aunque,¿que se puede decir de alguien como él cuando se presentó de aquella manera al llegar?

-¡Me llamo Raikou, encantado de conoceros a todos!Espero que nos llevemos bien y no haya conflictos entre nosotros. Soy una persona algo torpe en ocasiones,así que pido disculpas anticipadas, ¡jajaja!

¿Quién demonios se presenta de esa manera en un instituto?
Para colmo,su carácter no tiene nada que ver con su apariencia exterior, me saca de mis casillas.

-¿Mikoto?-se inclina a mirarme.

Estás demasiado cerca. Y deja de llamarme por mi nombre de pila.

-Fuuma-kun, no deberías sentarte en la mesa de otros-dijo,lo mas educado que puedo mientras tiro de mi libro para sacarlo de debajo de él.
Cogiendo la indirecta,se baja de un salto.

-¡Vayamos fuera! Hace buen tiempo. ¿O prefieres ir a la azotea? Ne,ne, Mikoto-chan, ¿tu que dices?

Y ahí vamos otra vez con las confianzas. Me saco las gafas para masajearme las sienes,que me amenazan con un dolor agudo.
¿Y cual es el problema con este individuo?
Pues que a parte de tomarse confianzas no dadas...¡Emite un frenético deseo de sexo!
Desde el primer día que vino,cuando se me acercó por primera vez su caja de emociones pareció haberse desbordado. Noté sus dudas durante medio segundo para luego quedar aplastado con sus irrefrenables deseos sexuales...

He estado deprimido desde entonces. Hasta que no estoy lejos de él lo suficiente no estoy tranquilo.

¡Pero es que es absurdo!

¿¡Como va a querer hacer esas cosas con otro chico!?¿¡Y por que lo desea con tanta fuerza si nos acabamos de conocer!?¡No,no!¡Que nos acabamos de conocer no es la cuestión aquí!Lo que importa es no dejar que esto siga. Me asfixio cuando lo tengo al lado.¡Como si una gigantesca horda de hormonas se me echara encima con el propósito de violarme a la vez!

-¡Ah,realmente ha sido buena idea bajar aquí!

¿¡Como he acabado comiendo con él en el jardín!?
Oh no,¡no!Por Dios,dime que no estamos solos,otra vez no...

-Ne, Mikoto-chan...-no,no,no-.Realmente eres una buena persona.

¡Mierdaaa!¡Lo está haciendo otra vez,ese maldito demonio!Actuando tan relajado,pretendiendo estar tranquilo cuando su aura psicoticamente pervertida me trepa por la espalda.¡Es la primera vez que he odiado ser empático!

Miro a mi alrededor con la esperanza de ver a alguien,pero parece que todo el mundo se ha volatilizado. Menudo momento mas inoportuno...

-¿Sales con alguien, Mikoto-chan?

...

-Ayer me preguntaste lo mismo-dos veces además, cabronazo, y delante de toda la clase cuando llegaste hace cuatro días-.¿A que viene ese interés?

-Nunca me contestas-se tumba sobre el césped con las manos haciendo de almohada-.Quiero saber mas cosas de Mikoto-chan-gira sobre sus caderas,apoyando la cabeza en una de sus manos y colocando la otra descuidadamente sobre su costado,adoptando esa "pose sexy" de modelo de propaganda que me ha mostrado los últimos días.

Joder,te odio, Fuuma.

-No es algo tan importante-me limito a contestar,y es cuando la sensación se vuelve mas fuerte. Evito mirarle,pero sé que me observa,pensando a saber qué,mientras sus deseos son tan claros para mi como un libro abierto.

Escucho la hierba crujir y hecho un vistazo para vérmelo a la altura de mi hombro,con los labios entreabiertos y con esos ojos color miel irradiando la fuerza de su deseo indecente.
Huele bien...¿Que perfume utilizará?

¡Noo, nooo!¡Demasiado cerca,demasiado cerca,demasiado cercaaa!

-¿Asahi-sempai?-¡Ah,dulce voz de la salvación!

Me pongo en pié rápidamente, alejándome de aquel acosador lo mas rápido que pude. Kazu,un chico de primer año que parece haberse convertido en mi ayudante personal se acerca para extenderme un comunicado.

-El consejo de estudiantes le llama antes de que comiencen las clases. Si no está muy ocupado...-dice tímidamente, mirando tras de mi a Fuuma, arrodillado en el césped cabizbajo.

¿Ocupado?¿Bromeas?

-No,tengo tiempo.

-Vayamos entonces-y echó a andar. Dí una última mirada a Fuuma y me marché también.

En la sala de la segunda planta donde solía reunirse el consejo estudiantil,me extrañó no ver al tesorero,un chico robusto de pelo negro y corte seco que siempre acompañaba al presidente a todas partes. La extraña pareja que formaban ambos era famosa por toda la escuela. También me pareció muy extraño que me hubiesen llamado para algo sin importancia,mientras un mal presentimiento a cerca de sus deseos y sentimientos en ese momento me llenaba la cabeza.

...

Al día siguiente Fuuma no vino a la escuela.¿Estaría enfermo?Aunque ha hecho buen tiempo...Sabiendo como es,habrá hecho alguna tontería y se habría resfriado.

En parte me alegro,¡que tranquilidad!

-Asahi-kun, ¿podrías encargarte de que le llegaran los apuntes de hoy?

......Menuda manera de romperme la burbuja. Esto me pasa por ser delegado de clase.
Por supuesto,a los del comité no les hizo demasiada gracia que faltase hoy a la reunión después de clases.
No es que sea miembro,pero desde que me eligieron delegado de clase,y por ser el tercero con las notas mas altas,siempre cuentan conmigo para ayudarles en temas del alumnado. Es algo así como "para saber de la plebe,preguntale a la plebe".
Un estudio muy eficaz.

Y aunque el presidente se despidió de mi con una sonrisa adónica y un "no te preocupes por nada",pude sentir su molestia tornándose en odio. Lo curioso es que no iba dirigida a mi,por lo que no le di mucha importancia. Me sorprendió mas que el tesorero,un chico tan monofacético y tranquilo estuviera herido. Tenía vendas en las manos y un par de tiritas en los brazos,aunque seguía teniendo aquella cara de palo que asustaba,por lo que no pregunté.

La dirección de Fuuma me la facilitó el profesor. Y me sorprendió ver que no estaba muy lejos de la mía,en un bloque de edificios unas calles mas abajo.
Miré la nota con la dirección y subí hasta el noveno piso,puerta 136 y toqué el timbre. Tenía correo atrasado en la boquilla del buzón,como si hubiese estado ausente durante meses.
Cuando la puerta se abrió,algunas cartas cayeron dentro.

-¿Mikoto?

Fui a reprenderle por tener la dichosa manía de llamarme por mi nombre cuando me sacudió un escalofrío desagradable. Pena,miedo e impotencia mezcladas en una sensación que me dejó helado unos segundos antes de poder mirar a Fuuma y confirmar que algo no iba bien.

Fuuma tenía la mejilla hinchada, tornándose morada. También una herida en el labio mas leve.Inspeccioné todo lo que mi vista alcanzaba y,a parte de unos rasguños en la mano derecha no vi nada mas de sumo interés.

-¿¡Que te ha pasado!?-no pude evitar gritarle,dando unos pasos hacia él.

Y otra vez aquella sensación de imponencia tan fuerte que me mareó,cuando Fuuma dio dos pasos atrás y forzó una sonrisa.

-¡No pasa nada!Solo me caí,ya sabes lo torpe que soy-eres un mal mentiroso,imbécil-.Mikoto, no deberías estar aquí. Debes tener tareas que hacer,así que...

Es confuso. Gracias a la empatía siento su aturdido remolino de malos sentimientos,pero las ganas de lanzarse sobre mi con ese tipo de intenciones ha desaparecido por completo.

-¿Fuuma?-le miré fijamente,pero no me encaraba. Solo desviaba la mirada de un lado a otro hasta detenerse en los papeles de mis manos.

-¡Ah,gracias por traerme esto!-prácticamente me lo arrebató de las manos-.Siento las molestias,nos vemos mañana-y cerró.

Me acaba de cerrar la puerta en plenas narices...Jodido mocoso....

En silencio me retiré,salí a la calle y caminé a mi casa. Una vez allí,y confirmando que no había nadie,me desprendí de la chaqueta de mi uniforme,la colgué y tras dejarla a buen recaudo golpeé con ganas la pared de mi habitación con un puñetazo que me desahogó en parte el cabreo que traía.

¿¡Quien te crees que eres, Fuuma!?Niñato prepotente,estoy empezando a detestarte seriamente.¿A que viene esa actitud?¿Por que ese repentino cambio de sentimientos?¡Eras tu el que se me pegaba y me acosaba mentalmente,pedazo de pervertido Gay!¿Tan rápido te cansas de....?

Oi....Espera.¿Que estoy pensando?"¿Tan rápido te cansas de mi?"...En primer lugar,¿por que estoy enfadado?¡Asahi Mikoto,por Dios céntrate!¡Me da igual lo que haga!Es mas,un problema menos. Ahora podré regresar a mi normal vida de estudiante modelo,¿de que me quejo?

-Olvídalo. Tengo que estudiar.

Exacto. Solo ignora a ese payaso.


O eso quise...En serio que quise,con todas mis fuerzas.¿Pero como puedes pasar de un tipo de metro ochenta que se presenta tarde a clase con la mitad de la cara cubierta por un parche y sonriendo tontamente?¿Como ignorar esa angustia que despide su aura,que me hace deprimirme también al sentirla en mi propio cuerpo?¿Como puedo pretender que me da igual cuando pasa descaradamente de mi a la hora del almuerzo?

El de la mala aura ahora soy yo. Y creo que muchos lo han notado,ya que me han rehuído al pasar por mi lado. Seguro que desprendo cuchillas de venganza por todos mis poros.

Pero eso no fué todo. Esto se repitió durante tres días mas. Llega tarde,sonríe falsamente,me desvía la mirada y sus emociones sigues marchitas y ansiosas en cierta forma.
...Y yo recitando por milésima vez todos los componentes del número PI.

Es insoportable. Admitiendolo claramente,no me gusta que me acose con a saber que guarradas se imaginará sobre mi,pero no tolero que me ignoren de forma tan patética.

Hasta aquí llego. A la hora del almuerzo,cuando se disponía a irse a comer con un grupo con el que se había juntado estos días lo agarré por el brazo y lo arrastré hacia la azotea,mientras le escuchaba decir tonterías.

Al subir del todo lo empujé dentro y cerré de un portazo. Respiro, dándome valor y calmando mis latidos. Es la primera vez que soy tan impulsivo...

-¿Que ocurre, Asahi-san?

¿¡Asahi-san!?

-¿¡Que es lo que te pasa a ti,bastardo!?-Que nadie me oiga hablar así...Nunca.

-¿Que?

-¡No te hagas el tonto!¡Estás ignorándome, Fuuma!Desde que llegaste he probado de todo para que me trates con el respeto que merezco,y de la noche a la mañana cambias y haces lo que te dá la gana,¡esto no es serio!

-¿Que dices, Asahi-sa...?

-¡Deja de llamarme así!-me acerco a él y lo sujeto por el cuello maltrecho de su camisa para encararlo, a pesar de ser mucho mas alto que yo-¿Que diablos te ha pasado para que ya no quieras estar conmigo?

Error...Mala pregunta. He sonado como una mujer despechada.

-¡Pero Mikoto,yo si quiero estar contigo!

-¿¡Entonces que estas haciendo!?¿Es algún tipo de juego para cabrearme?Porque si es así lo has conseghmmn...

...Me...¿Me está besando? S-Si,¿no? Es un beso.¡Es un beso! ¡Me está besando un tío! ¡¡Oi, Oi, saca la lengua de mi boca, pervertidooo!!

Me abraza por la cintura y me pega mas a su cuerpo,mientras noto que mi capacidad respiratoria está quedándose sin reservas.¡Joder Fuuma,que sepas besar no significa que tengas que matarme para demostrarlo! ¡Apartate!

Y lo empujé. Claro,es obvio. Después de todo es demasiado...raro.
Sin embargo no dije nada. Aún sintiendo la calidez de su lengua rozando la mía, me ruboricé hasta las orejas,no pudiendo mirarle a los ojos ni siquiera para insultarlo apropiadamente.

-Mikoto, me gustas.

...Vale,ahora si que le miré. Intuía algo así por sus deseos de sexo,pero oírlo tan claramente como que....

-Desde que llegué y te vi por primera vez,tan sereno y serio.Tan genial...

Oi, Oi, baja de la nube, Fuuma...

-Pero...Lo siento, Mikoto. No puedo...Alguien como yo no puede estar contigo.

Habla como si yo fuera Rey,el un plebeyo lechero y nos fuéramos a casar o algo...

-¿Que quieres decir con...?

-¡Lo siento mucho!-gritó, haciéndome una reverencia y saliendo a la carrera de la azotea.

¡Ah no,amigo!
Le seguí. Huuuy, ya lo creo. Lo vi bajar y tropezar en las escaleras y luego el sonido de sus pasos paró. Bajé rápidamente tras el antes de que me despistase;aún no he terminado de hablar.

-¡Fuuma espera,explicame...!

El consejo estudiantil estaba parado al completo en el ultimo tramo de escaleras del tercer piso.El presidente con la chaqueta echada sobre los hombros,de brazos cruzados y expresión sorprendida al principio hasta que sutilmente frunció el ceño.
El tesorero,que cargaba los libros,miraba fijamente a Fuuma sin mostrar emoción.

-Asahi, te estaba buscando-me dijo el presidente,sonriendo de una manera que me dio escalofríos internos. Eso y su aura antipática. Pero no es dirigido a mi...

-Discúlpeme, presidente. Fuuma-kun y yo...

-Fuuma tiene que acompañar a Kenji a la sala de profesores.¿no es así?-se giró al tesorero.
Este asintió. Parecen amo y señor.

Ahora que caigo,¿el presidente me acaba de interrumpir?...Es una teoría pero,¿puede que el aura antipática y rencorosa que emite sea por Fuuma? ¿Por que iba a odiar tanto a Fuuma? El presidente nunca se ha rebajado al nivel de estudiantes así...

-¿Asahi?

Ah,me he quedado pensativo un buen rato. Fuuma ya bajaba las escaleras con Kenji-san,que le había dado los libros a otro miembro de comité y el presidente se había acercado a mi.

-¿Estás bien?- preguntó con esa sonrisita suya,alzando luego la mano y colocándomela en la frente-.¿Fiebre por estrés?

-Estoy bien- le sonreí de la misma manera,terminando de bajar el escalón para seguirle tras una corta introducción que me hizo a cerca de revisar antiguas propuestas de alumnos.
Miré tras mi espalda,notando aún el rastro de aura preocupada y emocionada de Fuuma. Sé que es la suya porque él es el único capaz de mezclar sentimientos angustiosos con algo de felicidad auténtica,ese idiota...

Pero me inquieta mas lo que desprende el presidente. Y después de estar los primeros cinco minutos sentado frente a él mientras sus "subordinados" buscaban las supuestas propuestas estudiantiles,logré unir cabos...

Fuuma llega, me acosa, quiere violarme en todo el sentido de la palabra,pero un día deja de hablarme y curiosamente falta a clase por tener la cara hecha un cromo; a su vez el tesorero,un tipo que es mas discreto y seco que una piedra también aparece con indicios de pelea. Si sumamos eso a que el presidente parece odiar a Fuuma, lo dividimos por el carácter de ese idiota con respecto a mi y lo multiplicamos por el hecho de que me tengan retenido aquí por tonterías y Fuuma perdido a solas con Kenji-san, eso da un resultado de....

¡No jodas!

Me levanté,esta vez si que perdiendo por completo mi perfil de estudiante modelo y salí corriendo de allí mientras escuchaba al presidente llamarme. Si es cierto lo que creo,ese tonto ha sido obligado por el comité para que no se me acercase.¡Será...!

Bajé hasta el primer piso, casi comiéndome el suelo en los dos últimos escalones. Me saco la chaqueta del uniforme y me aflojo la corbata;se nota que no hago estas cosas a menudo,estoy sofocado. Pregunto si alguien les a visto ir a algún lugar en concreto y tengo la suerte de saber que han salido fuera.

Piensa Mikoto, si fueras un matón, ¿a donde llevarías al pardillo de turno para darle una paliza?

-Al cobertizo tras el gimnasio- me respondo antes de currarme otra carrera hasta allí.

La verdad,no estaba muy desencaminado, pues llegando me golpeó el aura de Fuuma en plena cara. Estaba ansioso, reprimido, frustrado, triste, alegre, preocupado...Es increíble cuantas emociones se contrarían en ese tipo, que confuso.
Confirmando mis cálculos,estaba con Kenji, que a pesar de ser de su misma estatura lo estaba acorralando contra la pared con su monótona expresión, dando un paso al frente mientras Fuuma por lo visto se recuperaba del aturdimiento de un golpe en el estómago.

Y otra vez perdí la compostura. Es increíble las veces que he hecho el idiota en un solo día; espero seriamente que no se repita...

-¡¡FUUMA!! -Chillé. Y nótese la poca costumbre de hacerlo porque se me cortó la voz de lo furioso que estaba. Ambos se giraron para ver como corría hacia ellos,dando un traspiés algo tonto al llegar a su altura, alzando el puño sin pensarlo demasiado (o nada en este caso) y golpear al tesorero,que retrocedió tres pasos con la mano en la mejilla, sin cambiar expresión.

-¿Mi...koto?-El que si quedó alucinado a parte de mi fue Fuuma, al cual encaré y abofeteé con todas mis ganas,dejándolo mas confuso aún.

-¿Eres idiota?-vale, cordura restablecida. Me giré a Kenji, que parecía esperar para terminar su trabajo y le lancé una mirada venenosa. De nada servía sonreír ahora-.Kenji-san,informa al presidente de que tendré una larga conversación con él al final de las clases. Y que de momento no cuente conmigo para colaborar con el comité.

Kenji me miró, luego miró a Fuuma e hizo una leve inclinación de cabeza antes de marcharse. Cuando lo perdí de vista,me crucé de brazos y me dirigí a Fuuma de nuevo,sin cambiar la mirada.

-Esto...Mikoto...

-Nada de lo que digas te va a salvar esta vez -fruncí mas el ceño-.¿Tan fácil eres de intimidar?¿No se suponía que yo te gustaba?

Joder,otra vez pareciendo una mujer....

-¡Y me gustas! Pero el presidente dijo que yo te molestaba...-¿Que?-.Que Mikoto era demasiado brillante para que yo lo arruinase todo. Luego pensé que quizás por mi culpa pudiesen golpearte a ti también y...

Este chico es un completo...

-¿Como iban a ser capaces de agredirme? Lo mas seguro es que te amenazaron porque creyeron que me quitarías tiempo y no podría ayudarlos con los trabajos del consejo.

-¡Pero si no me importa!-sentí su aura reprimiéndose, llena de deseo indecente otra vez-.No importa lo que me puedan hacer a mi. Ya te lo dije,me gustas. Pero no quiero...

No pudo seguir hablando porque experimenté esa sensación de cuando tu cuerpo se mueve solo y hace cosas que tu normalmente no harías. En resumen,que lo cogí de la corbata del uniforme y le besé. Un beso en toda regla,de los largos,húmedos y condenadamente adictivos.

Cuando me estaba preguntando que demonios hacía y las ganas de esconderme bajo una roca en resto de mi vida me invadían el cuerpo,lo aparté de un empujón, dejándolo de nuevo contra la pared, sonrojado y recuperando el aire.

Quien lo diría,se me da bien.

-No soy tan frágil como piensas,sé defenderme y se como llevar cosas difíciles. No te perdonaré como sigas tratándome como te convenga,estúpido crío.

-Mikoto...-No supe si asustarme de ese tonillo emocionado tan empalagoso o del enorme deseo que emanaba de todo su cuerpo, envolviéndome hasta subirme los colores como nunca.

-Fu...¿Fuuma?-dí un paso atrás al tiempo que el daba dos hacia delante-.¿Que haces?

-Mikoto...

-Fuuma,¿que vas a...?

...He cavado mi propia tumba. Es lo que pensé cuando se me lanzó encima,revirtió posiciones y me acorraló contra la pared,estrechándome entre sus brazos,besándome lo mas profundo que podía,colando las manos por entre mi ropa,atravesando su rodilla entre mis piernas,mientras las sensaciones reales se mezclaban con las que me traspasaba con su mente...Tan intenso. Mi cuerpo se estremeció hasta que recordé donde estábamos...

¡El instituto,joder,el sagrado instituto!

-¡Fuuma!¡Ummh!-me seguía besando,e intentaba apartarlo. Pero se desvió a mi cuello, mordiéndolo-.¡Ahhh!¡No,espera...!-¿Esa voz orgásmica ha sido mía?

-Mikoto...No puedo,te quiero. Mikoto, Mikoto...

-¡Puedes pensar por un momento en donde estamos, pervertido!¡Deja mi cuello,me dejarás marcas!¡Y aparta las manos de mi trasero!

-No. Dejaré marcas para que vean que eres mío.

¡Y ahí seguía,ni caso!¡Agh, te odio mucho, Fuuma, en serio!

-¡No seas absurdo, Raikou!-Le empujé y cayó ruidosamente al suelo. Me enderecé las gafas y me coloqué la ropa,subiéndome el cuello de la camisa.

-¿Como...me has llamado?

-No tolero esta conducta en la escuela-dije,muy digno,dando media vuelta y con la intención de volver al aula-....Así que espera a que lleguemos a mi casa.

Fijo que estoy rojo hasta la raíz del pelo. Y el aura de felicidad total que desprendió Raikou al alcanzarme hizo que lo estuviera mas.

-¡Si!-sonrió,tan inocentemente que me hizo alargar una sonrisa a mi también.

Puede que no me moleste tanto que logres sacar mi verdadero yo,niño tonto.
Aunque no sé si soportaré todos tus deseos...

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